Dice C. Salinas que "escribir es regar la planta del pensamiento reflexivo", y así es.
Sin embargo, cada vez escribimos menos. Las prisas, la falta de tiempo, la falta de hábito y la sensación de no saber hacerlo hacen que se esté abandonando este importante elemento: la escritura.
La consecuencia académica es evidente: se redacta mal, se hacen muchas falta -¡ay, el sms y el messenger!- y... se suspende, aunque hay que decir que no tanto como sería de esperar, porque el nivel, por fuerza ha tenido que bajar.
Es muy interesante mejorar la escritura, no sólo como forma de conseguir aprobar -especialmente en la Universidad- sino también como medio para pensar de forma más clara. Poner por escrito nuestras reflexiones es una forma de ordenarlas.
No es imprescindible, ni mucho menos, realizar un curso para mejorar la escritura, igual que no es necesario ir al gimnasio para hacer ejercicio. Sin embargo, tener un entrenador ayuda a hacerlo mejor, y el hecho de ir a un sitio pagando nos obliga a no posponerlo.
Os recomiendo cualquiera de las dos opciones: escribir por vuestra cuenta, o informaros sobre el curso que haremos. Pero sea como sea, escribid, que el pensamiento es necesario para ejercer la libertad.
